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El baile de navidad. Kimi ni todoke. Capitulo 2

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Published: Feb 25, 2012

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Capítulo II:

El rubio caminaba por los pasillos de la escuela, con ambas manos en los bolsillos, cabizbajo y decepcionado. Otra vez el galán de la escuela lo había derrotado, llevándose el premio, Kuronuma. No le hacia ni una pizca de gracia que siempre él ganara la batalla, aunque tenía que admitir que su relación con la chica no era nada más ni nada menos que una amistad estrecha. Aún así se le ponían los pelos de puntas que él tuviera una relación mucho más cercana y a pesar de que parecía haber una distancia abismal, había algo que extrañamente no los separaba, de alguna forma u otra siempre terminaban juntos. Finalmente no tuvo otra opción que resignarse y dijo algo decepcionado.
-No tengo opción. A lo mejor encuentre alguna otra chica que quiera ir al baile conmigo. –Pensó detenidamente en esa persona y dijo. -¿Ayane? –Se detuvo y de inmediato negó con la cabeza. –Ni loca lo aceptaría, ni porque fuera el único hombre que quedara en la tierra. –Nuevamente suspiró largamente. -¡Qué suerte la mía!
Al finalizar la frase algo lo sorprendió, no solo que muchos libros de cualquier cantidad de tamaño cayeran sobre él, sino que  detrás de aquellos libros se encontraba una chica, y no una cualquiera, sino la chica más linda de la escuela.
-¿Kurumi-chan? –Clavó su mirada sobre la chica, que sentía un tremendo dolor, y se mostraba molesta, iba a replicar algo tierna, hasta que notó que la persona que estaba debajo de esos libros era la persona menos indicada.
-¡Miura! Tks. –Su rostro cambio repentinamente, sus cejas se arrugaron y parecía estar más que molesta. Se levantó de golpe y contestó irritada. -¡Imbécil! Fíjate por donde caminas! –Sus ojos parecían brillar, según la vista de Ken, verla enojada le provocaba una extraña sensación en el pecho. Por alguna razón, le agradaba que gritara su nombre enfadada. Ignorando su reto, rió encantador.
-Qué linda eres cuando te enojas!. –Halagó esbozando una dulce sonrisa. Aunque a pesar de aquello la chica reaccionó algo sonrojada y más orgullosa todavía.
-Cállate, ayúdame a levantar los libros. –Rápidamente se agachó y tomó varios libros.
-E-Entiendo. –Contestó entre risas.
Una vez que todos los libros se hubieran apilados sobre los brazos de la chica, ésta siguió su trayecto ignorando al rubio y sin remediar palabra. Sin embargo antes que siguiera su trayecto, Ken pronunció algo arrepentido.
-Lo siento. Debí caminar con cuidado. –Ella se detuvo a escucharlo, aún así frunció el ceño algo sonrojada y prosiguió.
Miura solo se limitó a sonreír, sin dudas alguna había algo en ella que le traía una hermosa sensación.
-¿Será amor? –Se preguntó, luego ladeó la cabeza y dijo. –No lo creo. –Retomó su camino y siguió de largo.

                      *       *         *            *

La muchacha de cabellos largos azabache no dejaba de tener a la mira su reloj de muñeca, ansiaba completamente que llegara la hora de salida, para así poder irse con sus amigas y poder tener la clase de baile que tanto deseaba. De parte de Kazehaya no dejaba de pensar que seria una vergüenza para su amigo que no supiera bailar, aunque era lo más fácil del mundo. Miraba hacia arriba avergonzado. Aunque si hubiera mentido, seria peor. Por otro lado, corría una preocupación, ¿qué era lo que Ken quería decirle a Kuronuma?. No encontraba razón alguna para responderse esa pregunta.
Finalmente la hora de salida llegó, y junto con ella todo el alboroto por querer salir del instituto de inmediato. Tan solo pasaron cinco minutos y no caminaba ni un espíritu por el colegio de Kitahoro. Algo que hasta a los profesores les sorprendió.
Chizuru y Ayane, esperaban fuera de la escuela a la pareja. Cuando segundos después pudieron notar que ambos se acercaban hacia ellos, casi a las apresuradas.
-¡Chizu-Chan!¡Yano-Chan! –Nombró entusiasmada Kuronuma. Esbozándole una dulce sonrisa, a su lado se encontraba Kazehaya, que además de no estar del todo conforme, estaba nervioso. Si algo le preocupaba es que, en una pieza de baile lo principal es, tomar la cintura de su compañera. Eso lo ponía muy nervioso.
Luego de una larga caminata finalmente llegaron al restaurante de Ramen, de la casa de Sanada. El grupo de adolescente entró a la casa de fideos, saludaron a los padres de Ryuu haciendo una reverencia casi a 90º y luego subieron escaleras arriba. Finalmente entraron a la habitación de Ryuu, quien estaba recostado en su respectiva cama.
-¡Ryuu! –Saludó esbozando una sonrisa simpática, Chizuru. Este le respondió con una leve sonrisa y con la mirada firme.
-Hola.
Ayane fue la última en ingresar al cuarto, la cual cerró la puerta a sus espaldas. Kuronuma y Ayane se sentaron sobre el piso, junto con kazehaya. Formaron un semicírculo, mientras que Chizuru y Ryuu estaban sentados en la cama de una plaza.
-Shouta. –Llamó calmadamente Sanada a su amigo, quien se sobresaltó de inmediato y le enseñó una mirada desconcertada.
-¿Si?
-¿En serio no sabes bailar? –Consultó serio, sin mostrar signos de una temprana carcajada.
-Ekk! S-Si. –Pronunció totalmente avergonzado y sonrojado. -Tú seguro que si. ¿No?
-Es lo más fácil del mundo. Sobre todo el Vals. –Confesó mostrando obviedad.
-Sólo tienen que dejarse llevar por la música. –Añadió Ayane. –Pero bueno, habrá que enseñarles. Ryuu, ¿tienes música clásica o alguna que sirva para bailar? –Inquirió curiosa.
Ryuu se levantó de la cama y caminó hacia el siguiente mueble, que era una pequeña cajonera, en el cual se encontraban diferentes Cd's de variedad de música. Abrió el tercer cajón y sacó un Cd de música clásica.
-Esto es la buena música. –Señaló a todos con el disco incrustado en su dedo índice. Luego lo giró y por último lo colocó en la ruleta de grabador. Presionó el botón Play y comenzó a escucharse música de Frédéric Chopin. El silencio dio lugar a que todos en la habitación escucharan atentamente la pieza de armonía de aquélla sonata de Chopin.
En aquel silencio Ayane tuvo tiempo de pararse y tomar la mano de Kuronuma, ya paradas comenzó a dar indicaciones.
-Escuchen los dos. –Obligó a que los dos escucharan. –El Vals es un baile clásico, modesto y hasta fino. El hombre se ve como la figura del caballero, y la mujer como una hermosa dama. Es una baile que se debe hacer con mucha delicadeza y no como a uno se le ocurra, no es seguir únicamente el ritmo del sonido, sino que también la coordinación de los pies, la postura fina y la mirada intensa entre la pareja.
Kuronuma escuchaba detalladamente y parecía ponerse tensa, cuando Ayane intentó tomarla de la cintura, inmediatamente retó y le dijo que se pusiera bien y no dura. Ella obedeció nerviosa.
-Kazehaya. –Lo miró a los ojos enseñó, colocando su mano derecha sobre la cintura de Sawako, y la otra juntándola con la izquierda. –La postura es ésta, la tomas de la cintura y tu otra mano toma la mano izquierda de ella, tu brazo izquierdo tiene que estar flexionado a la altura del hombro más o menos. –Shouta asintió avergonzado. –Esta es la pose que deben tomar para empezar, luego comienzan a girar a la par de la música. En círculos y despacio. Inténtalo. –Invitó.
-A-ah. –Dudó. –E-Está bien. –Tomó la cintura de Kuronuma torpemente y nervioso, sus manos le temblaban y parecía no tenerse confianza. Ayane le dijo que lo tomara con calma, después de todo tendrían mucho tiempo para practicar antes de la fiesta.
Luego de varias pisadas, golpes, caídas y más torpeza decidieron descansar. Una de esas razones era que ya era tarde. Ayane se dio un respiro y bajó las escaleras primero, cuando hizo esto se llevó una gran sorpresa. En el restaurante de Ramen se encontraba la persona que menos quería cruzarse. Lo miró de reojo, y éste se percató de su presencia al instante.
-No deberían andar a estas horas, las niñas. –Retó estridente el mayor, de los cabellos erizados. Esta le volteó la mirada bruscamente ignorándolo.
-No molestes, Pin. –Replicó enfadada. –Solo estábamos ensayando el baile del vals.
-¿Eh? ¿Acaso no aclaré hoy que no estuvieran distraídos hasta no finalizar los exámenes de cierre?
-Cállate, no es de tu incumbencia.
-Tks. Cada vez son más rebeldes, estos jóvenes. –Confesó.
Ayane ignoró por completo al mayor que a toda costa intentaba ser dominante sobre ella, salió irritada del local y emprendió el camino de regreso a casa. Por parte de Pin decidió seguirla, no solo por el hecho que la dirección a sus casas era la misma ruta, sino que definitivamente quería convencerla para ir al baile con ella.

             *      *         *         *

Pin siguió a de cabellos ondulados varias cuadras más, hasta llegar a una calle oscura con tan solo un pequeño foco en toda la cuadra, que a penas alumbraba y podían verse la cantidad de bichos de luz que circulaban alrededor del foco. Yano se detuvo en seco y sin mirar hacia atrás comenzó a interrogar a su profesor, aún más molesta que antes.
-¿Por qué me sigues Pin? ¿Qué quieres de mí?
-Sólo quiero hablar contigo, eso es todo. –Pronunció aún con su tono estridente y fastidioso.
-¿De qué quieres hablar? –Sin ningun motivo pensaba voltearse a mirarlo.
-Ustedes no son los únicos que se enteraron del baile que organizan los estudiantes, sino que los profesores también. –Comentó, aguardando en su mismo sitio del cual había cesado sus pasos.
-¿Y?
-Sonará raro viniendo de mí, pero…¿Quisieras venir a la fiesta como mi pareja de baile? –Está vez hizo varios pasos hasta estar a centímetros de ella, mientras su voz se escuchaba cercana y susurrante. La muchacha se sorprendió pero aún así no se volteó ni un solo centímetro.
-L-lo pensaré. –Confesó a los aires, dejando dudas detrás de cada letra. Sin embargo siguió caminado dejándose perder por la oscuridad total.

             *         *         *            *

EL día de hoy había sido algo agotador, tanto para Kuronuma como para kazehaya. Jamás imaginaron que le costaría un poco bailar un baile tan tonto y fácil como era el Vals. Ambos saludaron a Ryuu y a Chizuru y se dirigieron hacia su respectiva casa, Kazehaya se dispuso a acompañar a Sawako hasta su casa.
Unos minutos después, luego de tanto silencio, shouta se dignó a tocar el tema de la fiesta del baile una vez más, está vez no se trataba del baile específicamente, sino de otra cosa también importante.
-Kuronuma-san. –Comenzó. -¿Has pensado en qué ponernos? Me refiero al disfraz.
-C-Cierto. –Concordó. –Puedo diseñar la ropa. –Sugirió. -¿Quieres que en las vacaciones nos juntemos en mi casa para organizar el tema de la ropa? –Consultó entusiasmada, aunque ni ella se creía la propuesta.
-M-me parece bien. –Afirmó avergonzado.
Luego de varias cuadras, finalmente llegaron a la casa Kuronuma. Ahí se despidieron y ambos siguieron su camino, Kuronuma entró a su casa y Kazehaya siguió su trayecto de regreso a casa.
A pesar de todo, aun quedaba algo importante. Los exámenes finales. Y estos estaban a la vuelta de la esquina.

Continuará….