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SasuSaku. La venganza trae mas venganza. cap3

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Published: Apr 13, 2012

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Capítulo tres:

El refugio de los Nara era un lugar acogedor, donde apenas había un aparador, una heladera, una cocina, una mesa y dos camas. Shikamaru no estaba muy a menudo en la guarida, ya que éste era uno de los líderes de la gran guerra Ninja, que luchaba a pecho duro por proteger a la aldea de Konoha y por sobretodo a uno de sus camaradas, Sai. Por lo pronto Ino se encargaba de cuidar a los cuatro niños, los dos pequeños Nara y los Uchiha.

Aoi, era una niña de dos años con cabellos negros como el padre y ojos celestes como la madre, llevaba un peinado similar a su madre, era una niña tranquila y muy tímida. Mientras que su hermano parecía ser todo lo contrario, Asuma-Kun, tenía cabellos rubios y ojos negros, sus ojos eran alargados como los de su padre. Era un niño muy energético y curioso por lo todo lo que tocaba y veía, él tenía la misma edad que Ryousuke, solo que era menor que él por un mes y catorce días. Minami, por su parte parecía ser muy juguetona y para nada quieta, siempre buscaba la forma de salirse al exterior, sin embargo Ino siempre la encontraba con las manos sobre la masa, no sabía porque pero tenía la mala costumbre que de vez en cuando golpeara suavemente a su hermano mayor, aunque éste no se mostrara molesto, a Ino le preocupaba. Ryousuke, era un chico muy sigiloso, trataba en lo posible de no traer problemas, siempre obedecía y jamás se dejaba llevar por las travesuras de su hermanita y el pequeño Asuma. Era callado, y muy rara vez preguntaba a Ino sobre la ausencia de sus padres.

A veces la rubia se preguntaba cuándo finalizaría la guerra, que ya hace años había dado comienzo y aún no terminaba, pensaba que esto ya no daba para más  y que si seguían así el futuro de la nueva generación se vería obligada a someterse a una guerra sin fin y sangrienta, sin un verdadero motivo y sin razones para seguir luchando. ¿A dónde quieres llegar Deishiro?

Sin embargo los hijos de Sasuke y Sakura no eran los únicos que debían ser cuidados por otros, sino que también los hijos del actual Hokage y la muchacha del Clan Hyuuga, sin ninguna alternativa Hinata entregó a ambos niños bajo el cuidado del hijo de Kakashi y Sora: Karashi-Kun.  El tenía tan solo cinco años cuando comenzó a criar  a los pequeños Uzumaki y recién ingresaba a la academia, aún así era un ninja talentoso y como era de esperar se graduó a los ocho años, fue ahí que como Genin pudo realmente proteger a los pequeños Uzumaki, donde la mayor de los hermanitos había comenzado a sentir una atracción muy grande hacia Karashi. Posiblemente Amor.  Karashi se ofreció a cuidar a los niños de los alumnos de su padre sin ningún problema, ya que años atrás ellos habían cuidado de él mientras Kakashi y Sora no podían, era hora de que él les devolviera el favor.  Había momentos donde Karashi debía cuidar de los Uchiha y los Nara, por lo que en ése momento se maldecía para sus adentros y se preguntaba una y otra vez: ¿Acaso me ven cara de Niñero? Suspiraba largamente y retomaba su trabajo.

A la pequeña Manabi no le gustaba la verdura, y por culpa de eso Karashi debía lidiar el doble que lidiaba con los  demás niños, para él era un sufrimiento hacerla comer verdura, llegaba un momento en que se rendía y lo dejaba como estaba.  Un día después de tanta discusión esperando a que Manabi pudiera probar aunque sea bocado, el refugio fue atacado. Fue el peor momento para Karashi, realmente pensó que todos saldrían heridos, por suerte pudo mantener la calma, Kunai en mano y defensa dura, hizo frente al contricante. Era más que obvio que ellos fueran más fuertes que él, así que le costó muchísimo, obligó a los niños que se ocultaran sin hacer ruido mientras él espantaba al enemigo. Logró hacer una distracción, pero sin embargo uno de los niños fue tomado como rehén.

La desesperación se aferró al Hatake, realmente quería liberar al pequeño Uzumaki de las garras del shinobi más relevante de la guerra, Deishiro Takahashi, sin embargo no soltaría al pequeño hasta que él rebelara el escondite de Ninja que tanto buscaba él, Sai. Karashi tenía prohíbido pronunciar letra sobre el asunto de la guerra delante de los niños y mucho menos sobre el señor Sai, como le decía él.

— ¡No diré nada! —Desafió, su enemigo se mostró amenazador, colocó un kunai debajo del mentón del pequeño. Karashi tragó saliva, no tenía otra opción, debía aunque sea decir una dirección falsa, para así poder zafar  y aunque sea cambiar de guarida. — El se encuentra….En el país del viento, en Suna. —Confesó, haciendo que su enemigo tragara la mentira y dejara libre al pequeño. Daisuke corrió hacia el mayor y éste lo abrazó refugiándolo. — ¿Están todos bien?

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Ryousuke era el sobrino que jamás pensó que tendría Itachi. La relación que él tenía hacia sus tíos era especial, esto hacía que su padre se preocupara cada vez más, no solo por el hecho de que le guardaba un inmenso rencor a su hermano mayor por haber asesinado al clan, sino que también por su importante inclinación hacia los hombres, y aún más sabiendo que Kisame sería su pareja.  Minami solía estar muy apegada a Kisame, ya que le gustaba divertirse con su tío, el cual era muy juguetón con ella y además daba consejos muy raros. Minami siempre lo seguía como un pollito a su mamá. Esa misma relación la tenía Ryousuke con Itachi. Ryousuke siempre trataba de estar cerca de sus tíos, para él eran su segundos padres.

Al principio de la época de primavera, esto seria en Marzo casi a fechas para el cumpleaños del pequeño Ryousuke, la guerra tomó un giro bastante pasivo y demasiado sigiloso, los aldeanos de Konoha ya no vivían en las casas subterráneas desde hace dos meses, y a partir de ahí las familias fueron retomando sus casas, con un costoso trabajo reconstruyeron las viviendas y pudieron emerger de las oscuridades sin ningún problema. El pasillo Uchiha era el lugar donde se hospedaban tanto el respectivo clan como también los demás ex miembros de Akatsuki.  Sin embargo a pesar de que Sasuke no tolerara que su hermano viviera bajo su mismo techo no tuvo otra opción. Los niños ya se habían acostumbrado a que ellos estuvieran cerca. Kisame e Itachi dormían en una habitación que quedaba al lado de la de Sasuke y Sakura, donde en ésa misma habitación en una pequeña cama doble dormían Minami y Ryousuke juntos.  La residencia Uchiha era una de aquéllas casas con tatami, de aproximadamente seis tatami por habitación. Era amplia y su patio daba a un pequeño lago. Ahí era el lugar perfecto para entrenar tranquilos.

Finalmente Ryousuke cumplió cuatro añitos. Su cumpleaños no fue celebrado de una forma bastante cálida, ya que para empezar su padre no estaba presente y Sakura se encontraba en un campamento de médicos atendiendo urgencias. Solo se encontraban Itachi y Kisame, aún así la pasó genial. El mayor de los Uchiha citó a la residencia a todos los miembros de Akatsuki, en especial a Konan y Pein, donde  trajeron a su pequeño hijo de tres años.  Su nombre era Shaoran.  Ellos no eran los únicos que trajeron a su hijo, sino que Sasori y Deidara también, aunque éste fuera su hijo adoptivo, llamado Kumori.  Konan fue la encargada de preparar el pastel para el pequeño Ryousuke. Sin lugar a dudas una buena cocinera.

Naruto decidió que lo mejor era mantener al pueblo de Konoha alejado de la guerra, para que así la nueva generación pudiera crecer sana, y al menos sin tener que estar atada a la guerra, fue entonces cuando mandó la orden diciendo que todo aquél Genin no debía intrometerse en la guerra y por lo tanto solo se quedaría en Konoha esperando a que le llegaran misiones de rangos bajos, para así poder hacer correctamente los exámenes de Chuunin. Ese mismo año dio lugar el primer examen para Chuunin después de muchos años sin poder hacerlo en Konoha, ya que debido a la guerra solo se realizaba en otros países, como ser el Rayo, donde cuyo país no estaba involucrado en lo absoluto.  En ése momento la academia Ninja finalmente se pudo realizar en la superficie, en la antigua escuela y única de Konoha. Finalmente todo volvía a la normalidad a paso lento, pero seguro. Aunque la mayoría debía admitir que eran órdenes del Hokage, que la guerra se trasladara a otro campo ya que no quería seguir involucrando la muerte de gente inocente.  Mikami la hija de los dos Sannin, Jiraiya y Tsunade, comenzó a cursar la academia Ninja, junto con su otro compañero conocido, Kurogane Sarutobi, hijo de Kurenai y Asuma.

Los meses siguieron pasando, y el mecanismo de la vida en Konoha seguía siendo la misma, nada había cambiado mucho desde la última vez, mientras en la guerra  todo parecía empeorar, donde las muertes innecesarias seguían vigentes y donde el sufrimiento de los niños sin hogar ni familia se veía cada vez más, todo parecía estar peor que antes. Naruto no sabía qué hacer, no sabía qué decisiones tomar. Era difícil, y ahora podía comprender lo difícil de ser Hokage.

El cumpleaños de Minami estaba aflorando en sus narices. Al fin cumplía tres años. Está vez su celebración fue un poco mejor, sus padres estaban presente. Tanto Sasuke como Sakura. La niña tuvo un cumpleaños bastante colorido y con mucha gente. Está vez se encontraban la familia Nara y los Akatsuki, y porque no también Karashi acompañado de Manabi y Daisuke. Ryousuke observó al pequeño Daisuke con suma dedicación, como si lo hiciera para poder crear una imagen de su personalidad, sin embargo cada vez que veía al rubio, sentía que su pequeño corazón latía sin cesar.

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Sasuke aún recuerda cuando su padre le mostró el "Katon goukakyuu no jutsu"  y él a toda costa decidió aprenderlo, para hacerle notar a su padre que él también podría ser un buen Ninja como lo era su hermano mayor. Hoy lo recordaba con más acentuación mientras miraba las pequeñas olas que se formaban en el lago que pertenecía a su terreno. Ahí, en el agua se reflejaba todo aquél disturbio que lo aturdió por muchos años, su pasado. Temió que su clan se extinguiera otra vez, por eso sonreía cada vez que veía a su hijo mayor, orgulloso de sus habilidades y confiado de que algún día sería la próxima herencia del clan Uchiha.  Poco a poco la aldea iba retomando toda la rutina, parecía como si la guerra estaría acabando. Ryousuke con apenas cinco años y su hermanita cuatro, aún seguían siendo cuidados por Itachi y Kisame en la mansión de la familia.

Sasuke tomó la decisión de enseñarle el jutsu que él aprendió solo a su hijo, sin dudar de su talento. Lo citó al lago, entusiasmado siguió a su padre y lo miró a los ojos.  El jefe del clan se inclinó a la par del pequeño y posó ambas manos sobre los delicados hombros de Ryousuke.

—Hoy te enseñaré una técnica propia del clan, Ryousuke-Kun.
—¿Una técnica?. —Repitió sin entender a qué se refería.
—Solo presta atención a los sellos.

El líder del clan se preparó para posicionar los sellos correctamente en el siguiente orden: Serpiente, Oveja, Mono, Cerdo, Caballo y por último Tigre, la siguiente pose era formar la mano derecha en forma de arco o algo similar y finalmente expulsar el fuego de su boca.  Ryousuke observó atentamente los pasos a seguir para formular el jutsu de fuego que tanto deseaba enseñarle su padre, imitó los sellos como pudo y luego su padre los corrigió con paciencia y mucha adrenalina a la vez. En ése momento una nube esponjosa se abrió ante ellos, y de ésta emergió alguien conocido.

—Así que ahora es tiempo que el nuevo heredero del clan aprenda el Katon, ¿Eh?. —Puntualizó Itachi al aparecer detrás de la nube. Sasuke mostró una mirada arrogante y desinteresada por la presencia, sin embargo el pequeño hizo todo lo contrario, de inmediato corrió a abrazar  a su tío preferido, rodeó tiernamente la cintura del mayor y le sonrió tiernamente, éste se sorprendió, mientras que Sasuke sostenía una preocupación enorme. ¿Celos? O quizás un mal presentimiento.

Luego de mucho esfuerzo Ryousuke logró manipular a la perfección el "Katon goukakyuu no jutsu". Algo andaba mal, detrás de toda esa escena Minami los miraba en silencio y sacaba a la conclusión que a lo mejor ella no era tan importante para su padre, y por ser la primera mujer del clan tampoco le prestarían mucha atención.  Sintió que le invadía un sentimiento bastante aterrador, quizás sean celos, envidia u ¿Odio?

Con una sonrisa de malicia creó un plan de venganza, lo que tenía una relevancia muy importante para ella y a lo mejor una buena oportunidad de dejar a su hermano en las ruinas del clan y que su padre lo llegara a odiar tanto como lo hacía con su hermano. Ella sabía un secreto que su hermano nunca rebeló a nadie, y ella era la única que lo sabía, ése "secreto" era el inicio de su venganza.

Ryousuke jamás pensó que su hermana llegaría a tal punto y tampoco se le pasó por su cabeza que ella le tenía un inmenso rencor. Le faltaría años para saber la verdadera razón de todo su odio que le presentaba.

Continuará…..